En el año 2018 la industria del videojuego en España recaudó más de 1300 millones de euros, cifra que dobla a las del cine y la música juntas. Con estos datos se podría pensar que existe un gran conocimiento por parte de los padres de este maravilloso mundo pero mi experiencia como jugador y como padre me indican lo contrario.

Nunca es acertado generalizar poque tenderemos a equivocarnos pero muchos padres con los que trato asiduamente, tienen un desconocimiento absoluto sobre el tema. En este, y en los próximos artículos, os intentaré dar unas nociones básicas para saber a qué juegan nuestros hijos (y en dónde) y así tener una base para decidir cada cúal lo que es mejor para ellos.

Lo primero y fundamental es saber el código PEGI de cada videojuego . El código PEGI (Pan European Game Information) es el sistema europeo implantado en 2003 para clasificar todos los videojuegos que salen al mercado.

Estos símbolos nos indican la edad recomendada de cada juego y las escenas que nos vamos a encontrar jugándolo. Para hacer un símil, es como la edad recomendada en una película pero todavía nos da más información añadida. Los iconos nos los encontraremos siempre en la carátula del juego físico o junto al nombre del juego en la pantalla de descarga online de un juego digital. Por ley, debe de ser visible siempre antes de comprarlo.

Con esta premisa inicial, ya tenemos gran información sobre el juego sin ni tan siquiera verlo.

Ahora lanzo una pregunta, ¿Dejaríamos ver a un niño de nueve o diez años una película clasificada para +18?. ¿No, verdad?. Pues esto en el mundo del videojuego es exactamente igual.  

En próximos artículos os iré contando más sobre los juegos más conocidos actualmente, en qué se juega (consola, pc, teléfonos móviles, etc) y por supuesto intentar que todos sepamos más sobre este maravilloso, cautivador y a veces demonizado hobby de los videojuegos .