Análisis del auge de VOX

Análisis del auge de VOX
Santiago Abascal, líder de Vox (Wikipedia)
Santiago Abascal, líder de Vox (Wikipedia)

Para comprender el auge de la extrema derecha en España, actor político cuyo partido, Vox, ha obtenido 53 escaños en las últimas elecciones generales, con más de 3.650.000 votos, debemos echar un vistazo a la historia contemporánea de nuestro país, así como de Europa y otros países a lo largo del globo.

Es indispensable comprender que las ideologías políticas han cambiado notoriamente en los últimos 170 años. Entre los años 1847 y 1848 el pensador Alemán Karl Marx, con la colaboración de Friedrich Engels - personaje de máxima importancia e indispensable en las tesis marxistas -, redactaron, a petición de la Liga Comunista, el manifiesto Comunista, ensayo filosófico que daría comienzo a la doctrina Marxista y todas sus afluencias, siendo el Leninismo y el Trotskismo las mayores ramas ideológicas representativas del marxismo. En el manifiesto Comunista se habla principalmente de la relación entre las dos clases sociales antagónicas existentes en la época: La burguesía (los dueños de los medios de producción) y el proletariado (los que producen para el burgués) y el Conflicto que se da entre ellas. También reflexiona sobre la construcción del sistema de la época - que en grandes rasgos, es la misma que la contemporánea - y muestra su rechazo a éste, asegurando que no es más que un sistema de explotación al proletariado y que si este quiere emanciparse, debe adquirir el poder político y económico - los medios de producción -, mediante la dictadura del proletariado, dada tras una revolución socialista.

Este punto es clave para entender la sociedad actual, así como la político-económica (de todo el mundo). Sin embargo, España cumple sus propias características en cuestiones identitarias nacionales e ideológicas. El liberalismo nace, en esencia, en el siglo XVII, con la Ilustración y la Revolución burguesa de Francia, en la que la burguesía acaba con el antiguo régimen, asesinando nobles y la familia real. Las ideas de la Ilustración, que son, en realidad, las antecesoras de la doctrina política liberal y sucedáneos, se expandieron por todo Occidente, ya fuera mediante la conquista del Imperio francés a diferentes Naciones, o por el nacimiento de la burguesía en países no conquistados, como fuera el caso del Reino Unido y EEUU, por aquél entonces colonias británicas, que obtuvieron su independencia el 3 de Septiembre de 1783, cuando se firmó el Tratado de París entre el Imperio Británico y las 13 colonias.

Con el auge del liberalismo - que es la yuxtaposición del antiguo régimen -, así como la conquista de Francia a España, nace en el sur del país una resistencia de carácter burguesa, en la que se declara la guerra de independencia, en el año 1808 y se escribe una nueva Constitución, en Cádiz, en 1812, cuando finaliza la guerra de independencia Española. Tras la caída del Imperio francés y el regreso de Fernando VII a España - rey absolutista -, el sentimiento de pertenencia a la nación española está culminada. Es decir, España como nación política se consolida tras la Revolución Francesa, bajo ideales liberales.

El concepto de Estado-nación es una cuestión burguesa. España como nación nació bajo la resistencia de la burguesía española tras la invasión franca de la península, y ese sentimiento permanece a día de hoy en partidos nacionalistas (vox) y no nacionalistas (PSOE, Ciudadanos). Teniendo esto claro, debemos centrar nuestra atención en el período de la II República Española, vital para comprender la España contemporánea.

Tras la dictadura de Miguel Primo de Rivera y la posterior "dictablanda", bajo el Reino de Alfonso XIII, durante las elecciones municipales de 1931, los partidos republicanos obtuvieron mayoría en las grandes poblaciones, y los monárquicos y tradicionales en las pequeñas poblaciones. El 14 de Abril de 1931, desde el pueblo Vasco de Eibar, se declaró la II República Española. Este hecho ocurrió en plena crisis económica mundial, que posteriormente acarreó una crisis política y social en Europa, y la llegada de la II Guerra Mundial. Tras el crack del 29, los países occidentales, que se veían envueltos en infinidad de deudas con los EEUU, sobretodo Alemania, para pagar la reconstrucción del continente, que quedó devastado por la Gran Guerra, Europa sufrió el auge de diferentes ideologías extremistas, siendo las más destacables el Nacionalsocialismo Alemán y el Fascismo Italiano (aunque éste nació aproximadamente una década antes, a manos de Benito Mussolini).

El socialismo y el comunismo también crecieron exponencialmente. En el caso de España, la II República llegó de la mano de diversos partidos no monárquicos, como cabe suponer, entre los que había Liberales, Socialistas y Comunistas (PSOE, 1989; PCE, 1921; entre otros, PCOE, POUM, Partido Comunista Español), así como de diferentes sindicatos progresistas y revolucionarios ( UGT, CCOO y CNT/FAI entre otros). Es necesario comprender el contexto geopolítico: Crisis económica internacional y auge del nazismo en Alemania. Es destacable el hecho de que en España, el sistema cambió radicalmente en apenas dos años: de una dictadura semifascista a un régimen democrático Popular republicano.

Al ser un cambio democrático y pacifista, los sectores reaccionarios, alimentados por el fascismo y nazismo alemán, tuvieron la oportunidad de derrocar el régimen republicano tras tres años de guerra Civil, en los que los franquistas españoles obtuvieron la ayuda directa de la Alemania Nazi y la Italia Fascista. Los franquistas estaban alimentados por el odio hacia las tesis marxistas y socialistas, pues veían en riesgo la continuidad de los privilegios de la casta burguesa, así como por el sentimiento desmesurado de pertenencia a la nación española, que consideraban una sola, dejando atrás el multiculturalismo que compone España. El nacionalismo, como ya hemos dicho, viene de la Concepción burguesa de la Nación-estado española surgido entre 1808-1812, y estaba fuertemente condicionado por el contexto internacional, en el que ideologías reaccionarias, contrarias a las tesis socialistas y comunistas, habían dado lugar al nacionalsocialismo (a la vez influenciado por el fascismo italiano).

También es de suma importancia saber que el fascismo (ergo el franquismo y el nazismo) es la cara agresiva del capitalismo, sistema económico impuesto por la burguesía tras las revoluciones liberales. Es por esto que el liberalismo ha llegado a ser aliado del fascismo en más de una ocasión. El mejor ejemplo es el final de la Segunda Guerra Mundial: Los aliados liberaron toda la Europa occidental del yugo fascista y nazi, excepto España, por miedo a que retornase la República y ésta se acercase a la URSS. Debemos tener en cuenta que al finalizar la II guerra Mundial, comenzó la guerra Fría: El enfrentamiento entre el bloque capitalista y el socialista.

Las democracias liberales no liberaron a España del fascismo por miedo a tener un aliado de la URSS en la Europa occidental, y más si tenemos en consideración la situación geográfica de España. Llegaron, incluso, a mantenerse relaciones diplomáticas entre la España franquista y las democracias burguesas (liberales), como la Estadounidense. Sea destacado el asentamiento de dos bases militares de EEUU en España durante los años cincuenta y que, a día de hoy, no han desmantelado.

Es así como nos encontramos ante una situación en la que el fascismo, aliado del liberalismo frente al socialismo, implanta un régimen dictatorial en España durante 40 años, hasta la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. Cabe destacar que durante esos cuarenta años el nacionalismo español fue fuente principal de adoctrinamiento en la sociedad durante cuatro décadas. Cuando se instauró el régimen democrático en España, con la muerte de Franco, el neoliberalismo había superado, en su mayoría, al modelo Keynesiano. Además, el bloque socialista - que recordemos se enfrentaba al capitalista -, estaba en aquel momento en completa recesión.

En España, teniendo todo lo anterior en cuenta, no ha habido, jamás una limpieza político-social como si la hubo en Italia o Alemania. En España la transición fue un proceso de cambio de régimen fascista a uno neoliberal. Fueron precisamente los perpetradores del régimen franquista quienes, de pronto, quisieron democratizar el Estado, para convertirlo en uno democrático burgués bajo el modelo monopolístico neoliberal. Cabe destacar que propios franquistas participaron en la democratización de España y la creación de las nuevas instituciones de las que hoy siguen existiendo todas, sin haber cambio alguno. El principal partido Conservador de España en los últimos cuarenta años, el Partido Popular, fundado por el ministro de Turismo franquista, Manuel Fraga, aglomera hoy individuos de ideología neoliberal a franquistas tibios.

De ésta formación nace en 2015 el partido de extrema derecha vox, abiertamente nacionalista español, contrario a la Diversidad territorial, político y Social española; un partido político que aglutina al sector más conservador del Partido Popular, a aquellos descendientes de franquistas y nostálgicos del régimen de Franco que hasta hace cinco años votaban al PP. Un partido con más de 3'5 millones de votantes que no condenan el régimen franquista, que tiene la misma Concepción de España que el propio franquismo, que pretende perpetrar la monarquía, impuesta por Franco mediante la ley de sucesión de 1963. Los liberales, aliados del fascismo, junto a los propios nostálgicos de Franco, contrario al comunismo y socialismo, están a día de hoy votando en masa a un partido que se niega a condenar oficialmente la dictadura, porque, como se ha explicado anteriormente, jamás hubo una limpieza ideológica y política en España.

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