Al leer éste título, muchos pensarán en Agatha Christie, Mary Shelley o Mary Higgins Clarck. Sin embargo, no me refiero a ninguna de estas tres autoras - tan relevantes en la literatura de ficción de suspense y terror -, sino a un 'nuevo' icono de la literatura de suspense contemporánea: Hablo de la Británica C. J. Tudor. Nacida en 1972, vive en la actualidad en Nottingham con su marido e hija. Debutó como escritora en 2016 con el libro de superventas, El Hombre de Tiza, una obra que apenas llega a las trescientas cincuenta páginas, pero que hace de cada una de las que lo conforman un viaje hacia mundos oscuros y fantásticos.

El Hombre de Tiza es, como ya se ha dicho, la primera obra de la autora Británica. Ha sido todo un éxito. En las tapas de los libros podemos ver el sello de Best-seller - más vendido -, garantía de su triunfo comercial. Aclamada por la crítica, C. J. Tudor puede considerarse la nueva maestra de la literatura negra. Muchos de los críticos y lectores la comparan, incluso, con el indiscutible maestro del terror contemporáneo, el Norteamericano Stephen King, autor de obras tan destacables y superventas como It (Eso), Cementerio de Animales, El Resplandor, Carrie, El misterio de Salem's Lot, Misery, La milla verde y muchos más.

Y es que El Hombre de Tiza es un libro completamente 'Kingniano', que alcanza varios puntos clímax - uno de ellos apenas comienza la novela - después de que la autora haya construido un escenario lúgubre, tenso y fantástico; todas estas características de las obras de King. Aunque en El Hombre de Tiza no aparecen monstruos tales como el malvado payaso Pennywise, El Rey Carmesí, Cujo, o Coches endemoniados - Buick 8 -, sí que hay notorias semejanzas con el estilo del autor de Maine. C. J Tudor emplea un estilo semejante al de King a la hora de construir escenarios inquietantes sin la necesidad de que el villano esté presente.

Tal es el caso del pueblo de Derry en la novela de It, o del TR, en 'Un saco de Huesos' - obras de King -: además de los seres que acechan entre las sombras para aterrorizar al lector, el escenario en el que transcurre la historia es un claro contribuidor en el aspecto terrorífico de las novelas de Stephen King. Dicho de otra forma, en It, casi da más miedo el propio pueblo de Derry que el Payaso Pennywise. En el caso del Hombre de Tiza, el equivalente a Derry es la localidad de Anderbury, donde ocurren los escalofriantes sucesos que se narran en la historia.

Sin embargo, lo anteriormente mencionado no es la única similitud que C.J. Tudor tiene con Stephen King. De hecho, también ha sido blanco de duras críticas por la incuestionable similitud de El Hombre de Tiza con It. Como muchos sabréis, It cuenta la historia de un grupo de amigos de entre diez y once años que deben enfrentarse a una entidad malvada y devoradora de jóvenes llamada Pennywise. El grupo de amigos deberá enfrentarse a la amenaza durante el verano de 1958 y en su adultez, cuando un integrante de la banda les avisa de que el ser que los atormentó en su infancia ha vuelto para vengarse.

En el caso de El Hombre de Tiza, ocurre exactamente lo mismo: un grupo de jóvenes de doce años, cuatro chicos y una chica, deben enfrentarse a un suceso escalofriante: el asesinato y mutilación de una joven, a quien encuentran en el bosque después de seguir unas espeluznantes indicaciones: muñecos de tiza dibujados en diferentes puntos cuyo fin es guiar a la panda de adolescentes. Años más tarde, cuando cuentan con cuarenta y dos años, recibirán una carta anónima con un hombre de tiza dibujado.

Al comienzo, la trama es muy similar a la de It, pareciendo casi una copia. Sin embargo, conforme avanza la trama, el lector puede darse cuenta de que, en realidad, el libro de King y el de Tudor son bastante distintos. Aunque lo paranormal está presente durante toda la novela - llegando a puntos clímax, como se ha dicho al principio -, el mal no reside en una entidad cósmica como ocurre en It, sino en lo más profundo del alma humana.

Así, aunque podemos encontrar otras muchas similitudes con King - el uso de un bosque como lugar de reunión para la banda, como ocurre en It, con el bosque llamado 'Los Barrens'; apariciones espeluznantes de personas fallecidas que tratan de avisar sobre un peligro, al igual que en Cementerio de Animales; etcétera -, la obra de Tudor es una novela atrapante que nada tiene que envidiar a autores como Joël Dicker, Peter Straub o el propio Stephen King. Es una novela muy recomendable para todos aquellos amantes del terror y suspense. No obstante, es recomendable no ir con grandes expectativas y la creencia de que lo sobrenatural será lo dominante en la obra, porque, de lo contrario, el lector se llevará una mala sensación al terminar el libro y quedará insatisfecho. Tampoco se puede leer con el pensamiento de que El Hombre de Tiza es una especie de It británico pues, aunque tiene muchas similitudes a la hora de construir el escenario, los personajes y en la narración, no tienen absolutamente nada que ver en cuanto a trama y trasfondo.

Cualquier lector habitual de Stephen King sabe que, en sus novelas, siempre hay algún mensaje o moraleja. En It se hace una dura crítica a la homofobia y el racismo. Por otro lado, profundiza en la autosuperación, en el miedo a crecer y en la nostalgia de la infancia. En cuanto a El Hombre de Tiza, Tudor asesta un duro golpe a la iglesia y la religión; también muestra un miedo común, el miedo a enfermedades como el Alzheimer y la demencia senil. El terror que a uno le provoca el poder perder la cabeza y, en definitiva, a sí mismo.